jueves, 15 de octubre de 2009

Carta por la Despatologización Trans‏

Manifiesto Venezolano
La Alianza sexo-género diversa Revolucionaria, activistas trans e intersex de esta ciudad hemos decidido salir nuevamente a la calle para denunciar las violencias que viven nuestros/as compañeros y compañeras trans. En el marco de la campaña internacional “Stop patologización trans: objetivo 2012” estamos construyendo una jornada de lucha a nivel mundial contra el trastorno de identidad de género (TIG).
Bajo la etiqueta del TIG, la transexualidad se encuentra clasificada en los manuales internacionales de enfermedades: el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud) y el DSM-IV-R (Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de la Asociación de Psiquiatría de Norteamérica). Estas clasificaciones son las que determinan los cambios en la lista de las enfermedades de la OMS y guían, por lo tanto, a los y las psiquiatras de todo el mundo al momento de hacer sus diagnósticos.
La patologización de la transexualidad bajo “trastorno de identidad sexual” es un gravísimo ejercicio de control y normativización. La evaluación psiquiátrica obligatoria supone un control semanal de nuestra identidad de género a través de terapias de grupo y familiares y todo tipo de procesos denigrantes que vulneran nuestros derechos ya que tales protocolos, cuyas bases dicen ser clínicas, responden a normas sociales y culturales impuestas para cercar y eliminar todo aquello que se asume diferente.
En el Estado español, cualquier persona que quiera cambiar su nombre en su documentación oficial o modificar su cuerpo con hormonas u operaciones tiene que pasar obligatoriamente por una consulta psiquiátrica. El Estado español cuenta con seis Unidades de Trastornos de la Identidad de Género de Referencia, entre ellos el Hospital Clínico de Barcelona, que es la Unidad de Referencia de Cataluña. De igual forma el Estado Cubano aprobó en el año 2008 una resolución que permite a los y las transexuales someterse a cirugías gratuitas de adecuación sexual, en el marco de un proceso de inclusión y reconocimiento de la comunidad sexo-género diversa, especialmente la población transexual en la isla, incorporando a Cuba en el escenario del discurso internacional de Derechos Humanos
Desde la Red Internacional por la despatologización trans, queremos denunciar públicamente los protocolos psiquiátricos de tratamiento a las personas transexuales y transgénero, así como los tratamientos de normalización binara que se realizan sobre bebés intersex.
La urgencia de esta movilización se debe a que el próximo año 2012 aparecerá la quinta versión revisada del DSM, y ya que estos manuales han sido revisados por décadas, esta es nuestra oportunidad de modificar la realidad de las personas trans, especialmente la de las nuevas generaciones. Delante del grupo de trabajo que revisa el TIG se encuentran el Dr. Zucker (director del grupo de trabajo) y el Dr. Blanchard, quienes proponen no sólo no retirar el trastorno, sino ampliar su tratamiento a niñas y niños que presenten comportamientos de género no-normativos y aplicarles terapias de adaptación al rol de origen semejantes a las terapias de reconducción a personas homosexuales y transexuales que han practicado por años estos “profesionales médicos”. Es decir, las personas que están decidiendo nuestro futuro, son acérrimos defensores de la patologización trans. Es por eso que el movimiento trans norteamericano ha hecho un llamado a que estos psiquiatras sean expulsados de la revisión del DSM, exigencia a la que nos sumamos.
Nuestra demanda es clara. Es la misma que defendían nuestras compañeras trans en los años 80, la misma del movimiento gay y lésbico cuando pedían la retirada de la homosexualidad de los catálogos de enfermedades; la misma del movimiento feminista al pedir el derecho al aborto libre y gratuito; la misma del movimiento intersex al reclamar que cesen las operaciones a los bebés. No es una cuestión de minorías, es una cuestión de derechos humanos, del derecho a decidir sobre nuestro cuerpo más allá de un patriarcado “paternalista” que por medio de presiones nos empujan a asumir roles, cánones de belleza, y execran los cuerpos que se encuentren fuera del sistema.
Tenemos muy claro que estos procesos tienen que ver con los pocos referentes que tenemos, y con el odio y auto-odio que acabamos generando hacia aquello que no conocemos, que no hemos visto nunca. Hasta hacia nosotras y nosotros mismos porque no somos como “deberíamos ser”. No hacemos apología de las hormonaciones ni de las operaciones, sino que reconocemos que actualmente, modificar nuestro cuerpo es una cuestión de supervivencia, porque desgraciadamente, nuestro entorno “acepta mucho mejor a un chico con cicatrices que a un chico con senos”.
Ya nos hemos cansado de escuchar que quieren ayudarnos. Si realmente alguien nos quiere ayudar, que hagan desaparecer todos estos mensajes que jerarquizan los cuerpos, “de lo que es bello y lo que es monstruoso”. La patologización de la transexualidad es una falacia, su objetivo no es liberar a las personas, sino domesticarlas para que se adapten al sistema.
No dejaremos de luchar hasta que la transexualidad desaparezca de los listados de enfermedades, ni permitiremos que retiren la transexualidad para incorporar otras identidades no-normativas. Sabemos muy bien que en muchos espacios las personas transexuales son asediadas, violadas y asesinadas y que aquí, en nuestro contexto, este tipo de violencia es casi invisible, pero la psiquiatrización no es paso adelante. Hemos perfeccionado técnicas para normativizar a aquellas y aquellos que son diferentes y éstos mecanismos son una violencia simbólica hacia las personas trans e intersex.
Esta manifestación se enmarca en una jornada de lucha que tiene lugar en diversas ciudades alrededor del mundo: Ankara (Turquía), Barcelona (Estado Español), Berlín (Alemania), Bilbao (Estado Español), Bogotá (Colombia), Bruselas (Bélgica), Buenos Aires (Argentina), Campinas (Brasil), Ciudad de México (México), Coruña (Estado Español), Donosti (Estado Español), Gasteiz (Estado Español), Granada (Estado Español), Las Palmas de Gran Canaria (Estado Español), Lille (Francia), Lima (Perú), Lisboa (Portugal), Londres (Reino Unido), Madrid (Estado Español), Montreal (Quebec), París (Francia), Quito (Ecuador), San Francisco (California), Santiago de Cali (Colombia), Santiago de Chile (Chile), Santiago de Compostela (Estado Español), Valencia (Estado Español), Zaragoza (Estado Español) y Caracas (Venezuela).

Desde la Alianza sexo-género diversa Revolucionaria y la Red Internacional por la Despatologización Trans exigimos:

La retirada del TIG de los manuales internacionales de diagnóstico.
La retirada de la mención de sexo de los documentos oficiales.
La abolición de los tratamientos de normalización binaria a las personas intersex.
El libre acceso a los tratamientos hormonales y a las cirugías (sin la tutela psiquiátrica).
La prevención de la transfobia: el trabajo para la formación educativa y la inserción laboral de las personas trans.
Solicitamos que se sancione el uso denigrante y sensacionalista que se hace desde la prensa y los medios de comunicación de casos dramáticos porque implican la muerte de compañeras y compañeros nuestros.
Diseño y realización de un plan de incorporación de las personas trans a la sociedad, para que puedan tener acceso a la educación, a la salud, al trabajo y al desarrollo de sus capacidades sin importar cómo se vean, cómo se llamen, cómo amen.
Que el Estado implemente con urgencia leyes y programas destinados a disminuir o erradicar la discriminación de la que somos víctimas las personas transgéneros. transexuales y travestis.
Por eso solicitamos que el Gobierno, la Defensoría del Pueblo y el Ministerio del Poder Popular para la Salud hagan una declaración institucional apoyando la desclasificación de la transexualidad y el transgenerismo de los organismos competentes (la OMS y la APA), su silencio es complicidad.

Queremos también, que se comprometan a revisar y a reestructurar los protocolos sanitarios conforme tres principios: la despatologización de las identidades trans, la protección de los derechos sanitarios de estos colectivos y el abordaje de la transfobia.

Decir aún hoy en día que la transexualidad es una enfermedad mental cuando miles de transexuales hemos dicho tantas veces que nos sentimos violentados/as y estigmatizados/as por esa definición es sumamente grave. No queremos que sigan hablando por nosotros y nosotras, seguimos luchando para que se nos escuche, y lo seguiremos haciendo con fuerza más allá del 2012, para que nunca puedan decir que no lo sabían, para que no se atrevan a seguir clasificando nuestras vidas como patológicas, anormales, diferentes. “Para que las y los jóvenes trans se odien un poco menos, para que nos queramos todos y todas un poco más”. Para que nunca más psiquiatras en una consulta nos pregunten ¿por qué somos como somos? Cuando no tenemos por qué justificarnos, ya que la diversidad es nuestra mayor riqueza.


¡La transexualidad no es una enfermedad!
“Sí a la despatologización trans”

ALIANZA SEXO-GÉNERO DIVERSA REVOLUCIONARIA

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